Amenazan con que la huelga en la planta de Nostián «será larga»

En pie de guerra desde el pasado 29 de julio, los empleados de la planta de tratamiento de residuos coruñesa de Nostián, gestionada por la empresa Albada, amenazan ahora con implicar en su lucha a los trabajadores de otras concesionarias dedicadas a la recogida de basura en la ciudad herculina. En concreto, está previsto que los empleados de Nostián se reúnan el próximo lunes con los comités de empresa de Cespa (encargada de la recogida de residuos en la urbe) y Sogama para poner en marcha nuevas medidas de presión que por el momento prefieren no desvelar.

En su hoja de negociación figura , en palabras de uno de los representantes de los huelguistas, la readmisión de los once empleados que fueron despedidos. La plantilla de Albada también se niega al aumento de su jornada laboral (de 38,5 a 40 horas) lo que a su parecer supondrían el despido de 18 trabajadores al tiempo que rechazan de plano una rebaja salarial que podría llegar al 25 por ciento. Por su parte, fuentes de la empresa desmienten este extremo y anotan que ese recorte no entra dentro de las pretensiones de la concesionaria de gestión de residuos. Sobre los empleados despedidos, desde la dirección de la empresa explican que ocho de esas personas fueron despedidas «para ajustar la plantilla a la capacidad de producción de la planta y ante la negativa del comité de empresa a negociar esta reducción».

Con los ánimos caldeados y las posturas cada vez más alejadas, los empleados de Aldaba apuestan ahora por una estrategia de presión conjunta que podría materializarse este lunes tras un encuentro que el comité de empresa fijó para las 10 de la mañana. «También acordamos nuevas medidas que se pondrán el marcha la próxima semana con el respaldo de la asamblea de trabajadores», explicó el presidente del comité, Xosé Manuel Vilariño, que descartó que se produzca un acercamiento con Aldaba hasta que su lista de reclamaciones sea tenida en cuenta.

De ahí que los huelguistas auguren «un largo paro» para el que dicen estar preparados . Entre tanto, la empresa mantiene su intención de negociar aunque afeando la «postura inmovilista» de los sindicatos.